Mi mundo

Más de 100 razones

Acaba un año, y con él una década, y con ella una época.
Los primeros dosmiles pasarán en horas a la historia, para algunos
más negros, para otros más blancos. Siempre ha habido gustos. 2010
fue el año de la crisis y de los recortes, y el del sueldo de los
funcionarios. El año de la huelga incompleta. Zapatero se hizo
mayor y descubrió en sus carnes lo dura que es la vida cuando le da
por ponerse dura. En 2010 descubrimos lo que era el Estado de
Alerta, el Ejército subió a las torres de control y bajamos a los
controladores a los infiernos en el año de la consagración de las
redes sociales en España. El mundo 2.0 formó en 2010 parte de
nuestra realidad cotidiana, y la ciudadanía digital logró su primer
e histórico triunfo contra la política tradicional tumbando la ‘ley
Sinde’. A golpe de Waka-Waka ganamos un Mundial. Inmensa alegría
(la única) de una nación inmersa en la tristeza y la depresión,
económica y anímica. Haití tembló y descubríamos que Obama no era
para tanto, por mucho que Michele se paseara por Marbella. El
volcán innombrable paralizaba Europa (se está investigando si la
erupción fue cosa de los controladores) y formaba un tangai digno
de una película del fallecido Berlanga. Los mineros chilenos nos
tuvieron dos meses con el alma en vilo en el año en que cayeron, de
nuevo, varios jefes de una ETA medio muerta. En 2010 descubrimos a
las agencias de rating. Fitch y Moody’s se hicieron de repente
famosas en el mundo entero merced a sus cabronadas con bancos,
cajas y países enteros. Algunos incluso tuvieron que ser
rescatados. Puestos a dar por culo, los catalanes prohibieron la
fiesta de los toros, mientras en Andalucía construíamos una barrera
de defensa institucional tal que parece que se nos fuera la vida en
la torería, precisamente en el mismo año en
que Griñán se iba a Madrid para decirle al mundo que Andalucía no
era solo toros y flamenco, al fin Patrimonio nosequé de la
Humanidad. En nuestra tierra hubo buena movida. Este ha sido el año
de la revuelta de los funcionarios. Los cimientos del ‘régimen’
andaluz se tambaleaban entre pitadas, manifestaciones y encierros
contra el decretazo de Griñán, que tiene toda
la pinta de pasar a la historia como el primer candidato socialista
en perder una elecciones a la Junta de Andalucía. Chaves se
borró antes de que pudiera tocarle a él.
Muchos tiros que tiene el hombre… En Huelva sin duda 2010 fue el
año del AVE. ¿De qué AVE? De ningún AVE. Fue el año de los puentes
(de ningún puente), del aeropuerto (de ningún aeropuerto), de la
venta de la empresa municipal de aguas para pagar deudas (¿se han
pagado? No), del aterrizaje de la política municipal 2.0, con un
Perico entregado a la causa y una Petronila que no lo pilla. El
mundo del periodismo se dio de bruces con un futuro imparable.
Llegó Steve Jobs con su Ipad (como dice mi amigo Fali, una cosa es
el marketing y otra la ortografía) y los periódicos se echaron las
manos a la cabeza: “¿Pero qué hemos estado haciendo hasta
ahora?”
, se decían mientras inventaban mil nuevas formas
de llegar a un público entregado al mundo del internet móvil y las
tabletas. Ha sido un año de cambios tecnológicos a golpe de
androides y, sobre todo, de manzanas. Un año para un salto que era
necesario, una evolución tan rápida que se hizo revolución. Hasta
yo, al fin, le di vida al blog. Volví a escribir después de mucho
tiempo, aparté mi escepticismo en torno a las redes sociales y me
hice de nuevos amigos, aunque también recuperé a algunos viejos y,
por supuesto, mantuve a los de siempre. Me hice titopapá
por un tiempo, llegó un nuevo y emplumado miembro a la
familia, volví a Madrid (y volví a Madrid) y también a Asturias, me
propuse hacer cosas nuevas y las hice. Sembré un futuro que en 2011
será una realidad. Pasé malos momentos, y muchos buenos, seguimos
siendo ‘jartibles’ (hasta la saciedad). Mejoré
en la cocina y, aunque no llego al nivel del maestro Alija, ya casi
me llaman chefpaco. Mi empresa sigue en pie, a
pesar de todo, y yo y los míos estamos más bien que mal, aunque me
gustaría que estuviéramos mejor. Acaba un año más en una vida que
sigue. Muchos, desgraciadamente, no podrán ver la llegada de 2011 y
de una nueva década (¿la década de los ‘diez’?), así que démonos
con un canto en los dientes porque sigamos aquí, y disfrutemos, y
suframos, las más de 100 razones que nos hacen seguir avanzando
cada día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y así
365 veces durante todo un año. Y que sean muchos. Nota: Por favor,
acompáñese la lectura con esta canción. Todo un himno.

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2 Comments

  1. Feliz año Paco. Tú palante, siempre palante.

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