Nudos

Las lágrimas no derramadas caen hacia dentro y se convierten en pesados nudos en tu garganta. Escucha mi consejo: Llora cuanto debas. No guardes ninguna, porque cada vez te costará más tragártelas y podría llegar el día en que mueras asfixiado.

Los brazos son importantes

El barro, licuado, iba enrojeciéndose poco a poco. Ríos de dolor rojo se extendían, alrededor de la plaza, hasta la ciénaga, negra de tristeza y podredumbre. Llovía a mares aquella noche, como ocurre todas las malas noches. Antes de aquello, el bramido metálico, bum-plac, de los fusiles rompía el silencio cómplice de una noche en […]

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